viernes, 5 de abril de 2024

¿Debe el arte ser útil?

IOANA BRISSEIS CHICU

Si entendemos que el arte es útil solo cuando sirve para educar solo cuando sirve para educar y modificar aquello que es pernicioso en la sociedad, podría fácilmente defender el estar en contra de ello, pues al igual que se discutió en clase que el arte no solo sirve para entretener, tampoco sirve solamente para enseñar.

Como estoy totalmente a favor de que el arte es útil, me gustaría decir que su utilidad se da tanto si queremos usarlo para algo personal (es decir, no tiene un propósito para el resto, sino para nosotros como, por ejemplo, entretenernos con algo que no requiera pensar mucho, representar lo que sentimos, “matar el tiempo”, adquirir conocimiento, etc.), como si queremos influir en los demás, ya sea enseñando, educando, creando conciencia sobre un asunto, entre otras cosas.

El arte se ha convertido en algo esencial en nuestra sociedad: ha formado parte de miles de generaciones y ha estado presente en muchas épocas a lo largo de la historia (podríamos decir que desde las primeras pinturas rupestres creadas por el Homo sapiens). Los momentos específicos en los que estas obras se crean permanecen en el tiempo y hacen que podamos conocer la época, lo que se critica o defiende de ella, las costumbres, los valores morales correspondientes, etc.

Debido a la fuerte influencia del arte, podríamos decir que “transforma”, algo que me resulta increíble y chocante, pues esta “transformación” se puede dar de muchas maneras como, por ejemplo, cuando el autor analiza una de sus obras pasadas, siendo capaz de verse en una especie de espejo para así poder reflexionar sobre un “yo” pasado, consiguiendo analizarse a sí mismo, lo que le puede llevar a iniciar un proceso de mejora. Quizás, en ese tipo de momentos, pueda llegar a compadecerse de él mismo, porque el tiempo que “envuelve” a la obra es “estático”, es decir, nunca cambiará, por lo que ese “yo”, observado con los mismos ojos, pero, a la vez, por unos distintos, estará permanentemente “condenado” a ese sentimiento que una vez el autor sintió. Otro modo de “transformación” podría ser cuando el arte se utiliza para atacarse a sí mismo”. Recordemos que, si el Neoclasicismo no hubiese existido con sus específicas normas para el arte (recogidas en la Poética de Luzán), el Romanticismo, que antepone los sentimientos a la razón, no se hubiese alzado ante ello rompiendo totalmente con dichas normas. Este hecho me lleva a decir que el arte es una manera de “alzar la voz” indirectamente que, a lo mejor, muchos deciden ignorar en un principio, pero que muchos otros tomarán en consideración y, por lo tanto, abrirán los ojos, consiguiendo así abrirse paso silenciosamente en la sociedad y logrando mayor voz y voto.

Gracias al arte, podemos llegar a entender aspectos que anteriormente no podíamos comprender. Nos hace reflexionar, conocer y aprender; hace que nos emocionemos, nos identifiquemos, que pongamos palabras y demos “forma” a aquello que no sabemos explicar y encontramos “difuso” e, incluso, ayuda a hacer que el perdido se sienta un más encaminado. De hecho, el arte es tan beneficioso psicológicamente que se utiliza como terapia porque estimula al individuo.

En conclusión, el arte es esencial en la existencia del ser humano, puesto que es algo que nos caracteriza y, no en vano, ha influido y sigue influyendo notablemente a nivel personal y a nivel mundial. Llegados a este punto, podemos ver que el arte no debe ser útil, porque, simplemente, lo es.

viernes, 19 de enero de 2024

Relato de terror

 EL MISTERIO DEL BOSQUE

 

Enrique, Luis y Martina habían decidido vencer todos sus temores y pasar la noche en el castillo embrujado.

En realidad, era un torreón lo que quedaba del castillo. Todo lo demás eran ruinas. En el pueblo decían que estaba encantado y que ocurrían sucesos terroríficos y por eso no se debía ir por la noche.

Los tres amigos no lo creían. Además, pensaban grabarlo todo para demostrar a todo el mundo lo equivocados que estaban.

Llegaron al castillo al atardecer. Llevaban sacos de dormir, linternas y todo lo necesario para pasar la noche.

Al principio todo iba bien. Poco a poco iba oscureciéndose y se escuchaban los sonidos decampo. Todo parecía tranquilo y pensaban que pasarían la noche sin más.

Pero de repente todo empezó a cambiar. Empezaron a escuchar unos quejidos y unos golpes como de alguien que quiere salir de un lugar cerrado. Luego empezaron a escuchar ruidos metálicos como alguien que golpea con una herramienta de metal.

Trataban de estar tranquilos y se convencieron entre ellos de que no pasaba nada, pero entonces lo vieron. Vieron una silueta a la luz de la luna. Era un hombre con una capa por encima.

El hombre se acercaba a ellos. Los tres gritaron y de repente el hombre desapareció. Los tres amigos pensaron que era una alucinación suya y trataron de calmarse.

Decidieron dar una vuelta e investigar de donde venían los ruidos que habían escuchado.

 

 

De repente, un ruido muy fuerte sonó. Los tres se sobresaltaron. El encapuchado apareció con un hacha delante de ellos. Corrieron y corrieron huyendo de ese loco que los perseguía con el hacha dando gritos. De repente, en la oscuridad, cayeron rodando por un barranco y cuando llegaron abajo y pudieron encender la linterna, entre la maleza, vieron una especie de ataúd de hierro. Dentro del ataúd se escuchaban golpes. Los tres estaban aterrados. A pesar del miedo que sentían, golpearon el candado con una piedra, lo rompieron y abrieron la caja. Dentro de la caja había una muchacha malherida, llena de sangre y vestida con un vestido blanco. Era una imagen aterradora. 

La joven casi no podía hablar, pero como pudo salió del ataúd y les hizo señales para que la siguieran. Los llevó hasta el muro del torreón. Había un hueco entre las piedras. Entraron siguiendo a la muchacha y descubrieron el lugar del que provenían los gritos. Había otros cuatro muchachos atados, malheridos y ensangrentados.

El hombre del hacha estaba sentado, parecía dormido. De repente, se levantó y les amenazó con el hacha. Luis gritó. Martina y Enrique empujaron al hombre y Luis y la chica lograron quitarle el hacha. Después le quitaron la capucha. Era el guarda del castillo. Todos lo conocían en el pueblo y parecía una persona normal.

El guarda del castillo confesó ser un asesino en serie y confesó el asesinato de cinco personas que estaban enterradas en el bosque cerca del torreón. Por ese motivo hacía creer que el castillo estaba embrujado para mantener a la gente alejada de allí y poder llevar a cabo sus crímenes.

 

 

Ana Cezón Gonzalo 

3º B

jueves, 18 de enero de 2024

DÍA DE LA MÚSICA

El sábado día 18 de noviembre, es Santa Cecilia, Patrona de los músicos. Celebramos la inauguración de la banda municipal que toca en distintas festividades. ¡Qué sería de cualquier fiesta sin música!

Redoblaban los tambores y suenan las trompetas, los saxos, el trombón. Se oye desde cualquier calle. Cuando escuchamos sus canciones, el espíritu se alegra y comienza el baile. Bailamos, sin darnos apenas cuenta, el cuerpo se balancea siguiendo el ritmolos brazos se mueven al compássaltamos, cantamos y en todas las caras hay sonrisas. Así comienza la fiesta, la fiesta que tanto nos gusta, esta vez en la Plaza del Peaje. 

Este año, ha acompañado a nuestra banda, una charanga llamada Patxarangade Alcalá. Han vuelto a venir después de varios años.

Pusieron una barra portátil con bebidas y aperitivos, después hubo comida y cena.

Los niños, jóvenes y mayores, todos a una, cantaban. Las canciones eran las de siempre, todos las conocemos. Todos aquellos a los que nos gusta la charanga y la banda.

                                                                              

¡Gracias a los músicos por hacernos más felices!

                                                                               

                                                                                                         4º DIVER